Capítulo de tesis.
Dentro de las ciencias sociales, concuerdan
en que: “el turismo es un fenómeno extremadamente complejo, mutable, que
opera de múltiples formas y bajo las más diversas circunstancias”[1].
De acuerdo a Mahieson y Wall (1990): “El
turismo consta de tres elementos básicos: un elemento dinámico, que implica
viajar a un destino o destinos seleccionados; un elemento estático, que implica
permanecer en el destino; y un elemento consecuencial, resultante de los dos
elementos anteriores, relacionado con los efectos de los subsistemas económico,
físico y social, con los cuales el turista está en contacto directa o
indirectamente con la población nativa” [2].
Según Valene Smith[3]
existen cinco tipos de turismo: étnico, cultural, histórico, natural y
recreativo. El “étnico”: incluye visitas a pueblos y comunidades nativas, con
un mínimo impacto. El “cultural”: cuyo objeto es revivir el antiguo estilo de
vida, observar la vida rural, “el salvaje oeste”. El “histórico”: tiene por
objeto visitar las glorias del pasado. El “ambiental”: el turista se dirige a
lugares remotos para gozar de la naturaleza. Y el “recreativo”: vinculado
directamente con el mar, el sexo, los juegos de azar, etc.
La misma autora, Valene Smith, entiende por
turista a una persona, quien voluntariamente visita un lugar diferente a su
lugar de residencia, con el propósito de experimentar un cambio. La
Organización Mundial del Turismo[4],
define el término viajero como: “cualquier persona que viaje entre dos o más
países o entre dos o más localidades de su país de residencia habitual”; y
al visitante como: “todos los tipos de viajeros relacionados con el
turismo”. MacCannell[5],
en 1993, afirma que el turista es un “peregrino contemporáneo”, que busca
la autenticidad en otro “tiempo” y en un lugar lejos de su vida habitual.
Dentro de la antropología, el estudio del
turismo es aún reciente. Los estudios antropológicos giran en torno
principalmente a la organización de las sociedades de acogida[6],
teniendo en cuenta los valores familiares y sus relaciones, los cambios de
sistemas de valores, las formas de vida, la moral, el idioma, las oportunidades
sociales, entre otros.
Jafar Jafari[7],
en 1990, identificó cuatro posturas básicas tratando de ordenar el debate sobre
el turismo en esta disciplina, ubicando las opiniones, estudios y trabajos en
posiciones o plataformas. La primera,
podría remontarse desde las primeras décadas del siglo XX, tomando fuerza
después de la Segunda Guerra Mundial: la plataforma de defensa: el bien, trabajos
que presentan al turismo como una visión optimista, desde la perspectiva de un
mercado en expansión, representado por miembros de empresas de turismo,
planificadores, economistas, especialistas. La segunda: la plataforma de
advertencia: el mal, representa la postura crítica de los graves problemas
sociales que desencadenaba el turismo; apareciendo en los años sesenta. La
tercera: la plataforma de adaptación: el cómo, esta plataforma se
enriqueció de las dos anteriores, los trabajos de esta época hacen referencia a
nuevas formas de turismo. La cuarta: la plataforma del conocimiento: el por
qué, esta plataforma se caracteriza
por el tratamiento holístico que le otorgan al turismo en los trabajos. En el
año 2005, el autor adhirió una plataforma más[8],
de “la cara pública del turismo”, que es la cual muestra la fragilidad
del turismo ante los factores externos, y problemas actuales como son los actos
terroristas, los huracanes, los terremotos, las epidemias y otros.
Dentro del análisis sociológico del turismo
surgen corrientes del pensamiento, por un lado las teorías humanistas, y por
otro lado la teoría de la alineación. En 1942 aparece la escuela humanista[9],
cuyos fundadores fueron Walter Hunziker y Kurt Krapt. Fueron quienes conceptualizaron
el turismo, definiéndolo como “un conjunto de relaciones y fenómenos
producidos por el desplazamiento y la permanencia temporal de personas fuera de
su lugar de residencia habitual, sin que sean motivadas por el lucro”. Los
seguidores de esta corriente consideran que el turismo es un medio para
facilitar el encuentro y la comunicación entre los pueblos. En cambio, dentro
de la teoría de la alineación se encuentran Louis Turner y John Ash, quienes
impulsaron esta escuela del pensamiento. Dentro de esta corriente de
pensamiento se realiza una dura crítica al turismo masivo, considerándolo un
factor que impide el desarrollo de las comunidades donde se genera.
En los años setentas, la tercera generación
del pensamiento turístico[10],
muestra cuáles son desde ese entonces hasta ahora, los problemas que
desencadena la actividad turística dentro de los espacios en que se desarrolla,
especialmente dentro de los grupos sociales. En los años posteriores, varios
estudios hacen referencia de los impactos sociales, negativos y positivos,
causados por el turismo dentro de los pueblos de acogida. Entre ellos se pueden
citar a: Doxey (1975), de Kadt (1979), Mathieson y Wall (1982), Murphy (1985),
Krippendorf (1987), Allen (1988), Crompton y Sandersn (1990), Urry (1991),
Harrison (1992), McKercher (1993), Sharpley (1994) Burn y Holden (1995), por
citar algunos[11].
Murphy
define a la actividad turística como “un acontecimiento sociocultural tanto
para el residente como para el huésped”. Además afirma que los empresarios
turísticos deben de considerar los efectos sociales y culturales que causa la
actividad turística dentro de la comunidad de acogida, mirando más allá de sus
propios intereses.
Los efectos del turismo sobre las sociedades
de residentes, pueden ir variando con el tiempo de acuerdo a los cambios
estructurales en el sector , de acuerdo con Mathieson y Wall. Por su parte, Allen, Long, Perdue y
Kieselbach, afirman que el grado de desarrollo del turismo está directamente
relacionado con las actitudes que tienen los residentes con respecto al turismo[12].
Con relación a los efectos o sentimientos que
el desarrollo del turismo desencadena dentro de las sociedades de acogida,
Mathieson y Wall se refieren al caso del “efecto demostración”, cuando
los residentes tratan de imitar el comportamiento de los turistas con aparente
poder adquisitivo, superior al ellos. Los grupos de acogida modifican su
estructura interna, por lo que se dan los cambios especialmente dentro de los
grupos de jóvenes, dentro del papel de la mujer y las estructuras
institucionales, entre otros. Dentro de ese mismo orden, se sucede el caso de “la
propiedad extranjera y el empleo”, cuando los puestos gerenciales o altos
mandos dentro de la actividad turística son ocupados por emigrantes, o personas
no nativas del lugar, por lo que puede desencadenar cierto resentimiento dentro
de la sociedad anfitriona[13].
Autor: Fabiola Sánchez Bobadilla. Apuntes de Tesis "A los lados de la cerretera", el desarrollo del turismo en Bucerías, Municipio de Bahía de Banderas, Estado de Nayarit. Tesis para obtener el grado de Maestro en Desarrollo Sustentable y Turismo. Centro Universitario de la Costa. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta, México. Diciembre, 2015.
Autor: Fabiola Sánchez Bobadilla. Apuntes de Tesis "A los lados de la cerretera", el desarrollo del turismo en Bucerías, Municipio de Bahía de Banderas, Estado de Nayarit. Tesis para obtener el grado de Maestro en Desarrollo Sustentable y Turismo. Centro Universitario de la Costa. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta, México. Diciembre, 2015.
[1] Banducci,
Álvaro. “Turismo y antropología en Brasil”. Estudios y Perspectivas en
Turismo. Volumen 11. Números 1 y 2. CIET. Argentina. 2002. Páginas 9 –26.
[2] Arnaiz Burne, Stella Maris. “De
la pesca al turismo: los cambio socioeconómicos San Pedro, Ambergris, Belice. Tesis
de Doctorado. Université Laval. Canadá. 1996.
[3] Smith, Valene. Anfitriones e Invitados. Antropología
del turismo. Editorial Endimión. España. 1992.
[4]Organización
Mundial del Turismo. Introducción al Turismo. Editorial Egraff. España. 1998.
[5] Banducci, Alvaro. Ob.cit
[6] Arnaiz Burne, Stella Maris, 1996.
Ob.cit.
[7] Jafari, Jafar. “La cientifización del Turismo”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 3.
Número 1. CIET. Argentina. Enero 1994. Páginas 7- 33.
[8] Jafari, Jafar. “Tourism
Research. Revamping old challenges for integrative paradigms”. VII Congreso
Nacional y I Internacional de Investigación Turística.
Guadalajara, Jalisco. Octubre 2005. México
[9] César Dachary, Alfredo y Stella Maris Arnaiz Burne, 2002. Ob.cit
[10] Ídem.
[11] Brunt, Paul y Paul Courtney. La Percepción de los impactos socioculturales del turismo por la
población residente. Annals of Tourism Research en español. Volumen 1. Número 2. Universitat de les Illes Balears. Laboratorio de Investigación
turística. España. 1999. Pagina 215-239.
[12] Ídem
[13] Arnaiz Burne, Stella Maris, 1996. Ob cit.
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