jueves, 26 de marzo de 2015

EL TURISMO RURAL COMUNITARIO (TRC) EN PARAGUAY


EL TURISMO RURAL COMUNITARIO (TRC) EN PARAGUAY,

OPORTUNIDAD PARA EL DESARROLLO.

Lic. Janaina Magalhaes[1]

Lic. Fabiola Sánchez[2]

 

Todos los años la Organización Mundial del Turismo (OMT) elige un lema para celebrar el día internacional del turismo, el cual se celebra el 27 de setiembre. Este año el lema seleccionado es: “Turismo y Desarrollo Comunitario”
El Turismo es una de las herramientas más efectivas para lograr el Desarrollo Comunitario, aunque en la realidad muy pocas personas manejan esta faceta de la Industria Turística, que es más reconocida por los hoteles de lujo, las grandes empresas de transporte y las agencias de viajes.

Si bien se entiende por turismo a las actividades que realizan las personas fuera de sus lugares de residencia, por periodos mayor a un día y menor a un años, por motivos de ocio, negocios y otros (OMT, 1999); el turismo comunitario es el turismo llevado adelante por miembros de comunidades locales que se organizan para prestar servicios turísticos, pudiendo ser comunidades rurales o indígenas, aunque también lo realizan grupos que comparten con los visitantes su modo de vida, sus costumbres y su cultura; cada día es más reconocido como una herramienta viable para lograr el empoderamiento de proyectos de desarrollo por las comunidades locales y a través de ello mejorar la calidad de vida de las personas. (Turismo comunitario de Chile, 2014 [en línea])

El turismo comunitario es una tendencia que crece y se esparce ampliamente por todo el mundo, tanto desde el punto de vista de la oferta como también desde la demanda. Según la OMT, solo en Europa hay unos 6,4 millones de viajeros al año interesados en turismo comunitario, muy acorde con la aparición en el mercado turístico en de un nuevo tipo de turista, el cual busca experimentar de forma más auténtica las culturas locales y de contribuir al desarrollo sostenible, desde una perspectiva económica, social y medioambiental. En los últimos años han aparecido emprendimientos y redes de turismo comunitario en los cinco continentes. América Latina es una región de particular dinamismo en esta materia, con países como Bolivia, Ecuador, Costa Rica y Argentina, que muestran un importante desarrollo y nivel de organización de la oferta.

Aprovechando la temática de la OMT para este año, nos parece importante dar a conocer el trabajo que se viene realizando sobre el Turismo Comunitario en nuestro país;  recientemente  se ha logrado el Plan de Turismo Rural Comunitario de Paraguay por parte de la Secretaria Nacional de Turismo (Senatur), en donde se delimitan estrategias para su aplicación. Cada país tiene normas muy particulares para el desarrollo de esta tipología de turismo, y en Paraguay se dan características bien propias.

El Turismo Rural Comunitario se desprende del Turismo en el ámbito Rural y las reglas de su aplicación se encuentran en el Manual de Gestión del Turismo en el Ámbito Rural del Paraguay, realizado en una consultoría financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo (AECID), y ejecutada por la Red de Importaciones y Exportaciones (REDIEX).


Uno puede ver a esta modalidad como una gran sombrilla de donde se desprenden las siguientes modalidades:

1.       Turismo Rural (Turismo de Estancia)

2.       Turismo Rural Comunitario

2.1. Turismo de Pueblos

2.2. Turismo en compañías o colonias de campesinos.

2.3. Turismo en Comunidades Indígenas.

3.       Turismo en Granjas Escuelas.

4.       Turismo Agro tecnológico.

5.       Turismo de Camping.

Todas estas modalidades son sumamente importantes para el desarrollo del sector en el ámbito rural, sin embargo, la que se da mayor relevancia para lograr el Desarrollo Comunitario, es el Turismo Rural Comunitario. Lo que diferencia a esta tipología de las demás es su forma de Gestión, que debe ser hecha “por” la comunidad y “para” la comunidad.

En los proyectos pilotos que se han realizado en Paraguay, se obtuvieron muy buenos resultados en el Proyecto “Circuito Turístico Ñeembucú – Historia, Cultura y Naturaleza” en donde se trabajó con la Comunidad Organizada de las ciudades de Isla Umbu, Paso de Patria y Ñeembucú en Itapúa y también en el Proyecto “Pindo” llevado a cabo en la Comunidad Indígena Mbya Guarani, ubicada en San Cosme y San Damián.

Estos Proyectos siguen siendo evaluados, y la forma de trabajo sigue siendo investigada a modo de lograr los resultados esperados. Se pudo observar que el trabajo en los pueblos se dan con mayor rapidez en aceptación, sin embargo, lleva tiempo lograr establecer un grupo organizado que quiera llevar adelante la iniciativa en forma comunitaria, se inician los trabajos más en forma individual a través de la aparición de micro empresarios que por su lado trabajan la actividad turística. Por otro lado, en comunidades indígenas, el lograr la aceptación del proyecto lleva un trabajo más profundo, adaptarse a los tiempos y cultura de las comunidades, los resultados son lentos al inicio, con muchas idas y vueltas, sin embargo una vez comprometidos, se logra el verdadero sentido del Turismo Comunitario, debido a que la filosofía de vida de estas comunidades aún son comunitarias en su esencia.

Paraguay es un país de gran riqueza cultural y natural y tiene gran potencial para el desarrollo de esta tipología de turismo, que hoy es muy bien vista por los organismos internacionales que tiene préstamos importantes para su implementación. La Senatur viene haciendo un gran esfuerzo para la implementación de la tipología de turismo comunitario con varias ONG´s en el país.

Dentro de la Carrera de Gestión en Hotelería y  Turismo de la Universidad Americana, venimos trabajando arduamente con los alumnos al interior de la asignatura Planificación Turística Local y hemos sido participes de Proyectos de Extensión Universitaria en torno a la aplicación del TRC (Turismo Rural Comunitario). Fuimos los pioneros con el Proyecto “Circuito Turístico Ñeembucú – Historia, Cultura y Naturaleza”, participamos activamente del primer proyecto llevado a cabo en una comunidad indígena “Pindo” y a la fecha llevamos adelante el Proyecto de Extensión Universitaria “San Salvador”, en el Departamento de Guairá.

Creemos firmemente que esta formación diferencial se notará a la hora que nuestros graduados puedan llevar adelante proyectos de TRC.

Esta modalidad se ha mostrado exitosa en países como Bolivia, Perú, Ecuador y Costa Rica, en donde la mayoría de los proyectos implementados se han hecho en la Comunidades Indígenas. Estas comunidades son asesoradas y asistidas para que las mismas puedan construir su propuesta turística, siendo ellos los que definen cuanto de su cultura e intimidad quieren compartir con el turista que busca en esta tipología de turismo, cuanto puede involucrarse con la comunidad, vivenciar su cultura, su historia, su día a día; un turismo vivencial en toda su expresión, en donde no existen hoteles ni restaurantes de lujo, sino una adaptación de las casas y comedores locales, una capacitación en atención al cliente, guiado turístico y manipulación de alimentos, que permitan una calidad del servicio, sin perder la esencia de su cultura y modo de vida.

En la comunidad Aché de Curuguaty, Dpto. de Canindeyu; el turista es invitado a pasar un par de días en “el monte”, participando del ritual de caza y pesca de la familia, el mismo no puede cazar ni pescar, debido a que la comunidad vive en una reserva, y tiene permiso para la caza y pesca con sus armas tradicionales para alimentación únicamente, el turista en este caso es un observador, que solo puede tener la libertad que el jefe de familia le otorgue. En casos la integración con el turista es total, el mismo participa de las comidas como un miembro más de la familia, además en ocasiones la familia le da un nombre Aché característico, que es la aceptación total del turista a su familia.

La industria turística a cada día tiende a lograr crear vivencias, experiencias únicas hechas a medida, van perdiendo fuerza los destinos desarrollados en forma masiva. Las tipologías especializadas van ganando mercado y muchas veces llegan a costar más que viajes de lujo, debido a la conciencia que tiene el Turista que desea salir de su rutina de caos y stress en las grandes ciudades, los que buscan estas actividades en su general son personas con alto nivel educativo, y altos puestos empresariales, que son sometidos a un stress laboral constante y que buscan en sus vacaciones placeres inéditos, vivencias únicas, conocimiento de las diferentes culturas y satisfacción personal.

Esta modalidad está dando sus primeros pasos en el país y tiene un potencial muy grande de convertirse en una alternativa interesante de generación de ingresos para nuestras comunidades nativas.

 

Fuentes consultadas:

  • Ministerio de Turismo, Gobierno Nacional de la República del Ecuador. Consolida, Turismo Comunitario. [en línea]. Disponible en: http://www.turismo.gob.ec/turismo-comunitario/ (31 de agosto de 2014)
  • Organización Mundial del Turismo. Introducción al Turismo. Organización Mundial del Turismo. España. 1999.
  • Orgaz Agüera, Francisco. Turismo Comunitario como herramienta para el desarrollo sostenible de destinos subdesarrollados. Nómadas Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas. 38 (2013.02). Universidad Complutense de Madrid. [en línea]. Disponible en: http://revistas.ucm.es/index.php/NOMA/article/view/42908  (31 de agosto de 2014)
  • Red de Turismo Comunitario de América Latina. Información general. Disponible en: http://www.redturs.org (31 de agosto de 2014)
  • Secretaría de Turismo, Dirección Provincial Turismo Social y Comunitario. República Argentina. Programa de Turismo Comunitario. Pueblos Turísticos. Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. [en línea]. Disponible en:  http://www.turismo.gba.gov.ar/programas/PROGRAMA_pueblos_turisticos.pdf (31 de agosto de 2014)
  • Secretaria Nacional de Turismo, Fundación Moisés Bertoni, Geo Survey Consultora. Plan Nacional de Turismo Rural Comunitario Paraguay. 2013. Secretaria Nacional de Turismo. [en línea] Disponible en: http://www.senatur.gov.py/images/stories/PLAN_NACIONAL_DE_TURISMO_RURAL_COMUNITARIO.pdf (20 de agosto de 2014)
  • Turismo comunitario de Chile. Oferta y Demanda de Turismo Comunitario. 2014. [en línea]. Disponible en  http://www.turismocomunitario.cl/turismo-comunitario/#sthash.PjbCSALQ.dpuf (31 de agosto de 2014)



[1] Licenciada en Turismo y Hotelería, Master en Ciencias Ambientales, Directora y Docente de la Carrera de Gestión en Hotelería y Turismo de la Universidad Americana.
[2] Licenciada en Turismo y Hotelería, Maestra en Desarrollo Sustentable y Turismo, Docente de la Carrera de Gestión en Hotelería y Turismo de la Universidad Americana.

martes, 17 de marzo de 2015

La Sociología del Turismo


Capítulo  de tesis.

Dentro de las ciencias sociales, concuerdan en que: “el turismo es un fenómeno extremadamente complejo, mutable, que opera de múltiples formas y bajo las más diversas circunstancias”[1].

De acuerdo a Mahieson y Wall (1990): “El turismo consta de tres elementos básicos: un elemento dinámico, que implica viajar a un destino o destinos seleccionados; un elemento estático, que implica permanecer en el destino; y un elemento consecuencial, resultante de los dos elementos anteriores, relacionado con los efectos de los subsistemas económico, físico y social, con los cuales el turista está en contacto directa o indirectamente con la población nativa” [2].

Según Valene Smith[3] existen cinco tipos de turismo: étnico, cultural, histórico, natural y recreativo. El “étnico”: incluye visitas a pueblos y comunidades nativas, con un mínimo impacto. El “cultural”: cuyo objeto es revivir el antiguo estilo de vida, observar la vida rural, “el salvaje oeste”. El “histórico”: tiene por objeto visitar las glorias del pasado. El “ambiental”: el turista se dirige a lugares remotos para gozar de la naturaleza. Y el “recreativo”: vinculado directamente con el mar, el sexo, los juegos de azar, etc.   

La misma autora, Valene Smith, entiende por turista a una persona, quien voluntariamente visita un lugar diferente a su lugar de residencia, con el propósito de experimentar un cambio. La Organización Mundial del Turismo[4], define el término viajero como: “cualquier persona que viaje entre dos o más países o entre dos o más localidades de su país de residencia habitual”; y al visitante como: “todos los tipos de viajeros relacionados con el turismo”. MacCannell[5], en 1993, afirma que el turista es un “peregrino contemporáneo”, que busca la autenticidad en otro “tiempo” y en un lugar lejos de su vida habitual.

Dentro de la antropología, el estudio del turismo es aún reciente. Los estudios antropológicos giran en torno principalmente a la organización de las sociedades de acogida[6], teniendo en cuenta los valores familiares y sus relaciones, los cambios de sistemas de valores, las formas de vida, la moral, el idioma, las oportunidades sociales, entre otros.

Jafar Jafari[7], en 1990, identificó cuatro posturas básicas tratando de ordenar el debate sobre el turismo en esta disciplina, ubicando las opiniones, estudios y trabajos en posiciones o plataformas.  La primera, podría remontarse desde las primeras décadas del siglo XX, tomando fuerza después de la Segunda Guerra Mundial: la plataforma de defensa: el bien, trabajos que presentan al turismo como una visión optimista, desde la perspectiva de un mercado en expansión, representado por miembros de empresas de turismo, planificadores, economistas, especialistas. La segunda: la plataforma de advertencia: el mal, representa la postura crítica de los graves problemas sociales que desencadenaba el turismo; apareciendo en los años sesenta. La tercera: la plataforma de adaptación: el cómo, esta plataforma se enriqueció de las dos anteriores, los trabajos de esta época hacen referencia a nuevas formas de turismo. La cuarta: la plataforma del conocimiento: el por qué,  esta plataforma se caracteriza por el tratamiento holístico que le otorgan al turismo en los trabajos. En el año 2005, el autor adhirió una plataforma más[8], de “la cara pública del turismo”, que es la cual muestra la fragilidad del turismo ante los factores externos, y problemas actuales como son los actos terroristas, los huracanes, los terremotos, las epidemias y otros. 

Dentro del análisis sociológico del turismo surgen corrientes del pensamiento, por un lado las teorías humanistas, y por otro lado la teoría de la alineación. En 1942 aparece la escuela humanista[9], cuyos fundadores fueron Walter Hunziker y Kurt Krapt. Fueron quienes conceptualizaron el turismo, definiéndolo como “un conjunto de relaciones y fenómenos producidos por el desplazamiento y la permanencia temporal de personas fuera de su lugar de residencia habitual, sin que sean motivadas por el lucro”. Los seguidores de esta corriente consideran que el turismo es un medio para facilitar el encuentro y la comunicación entre los pueblos. En cambio, dentro de la teoría de la alineación se encuentran Louis Turner y John Ash, quienes impulsaron esta escuela del pensamiento. Dentro de esta corriente de pensamiento se realiza una dura crítica al turismo masivo, considerándolo un factor que impide el desarrollo de las comunidades donde se genera.

En los años setentas, la tercera generación del pensamiento turístico[10], muestra cuáles son desde ese entonces hasta ahora, los problemas que desencadena la actividad turística dentro de los espacios en que se desarrolla, especialmente dentro de los grupos sociales. En los años posteriores, varios estudios hacen referencia de los impactos sociales, negativos y positivos, causados por el turismo dentro de los pueblos de acogida. Entre ellos se pueden citar a: Doxey (1975), de Kadt (1979), Mathieson y Wall (1982), Murphy (1985), Krippendorf (1987), Allen (1988), Crompton y Sandersn (1990), Urry (1991), Harrison (1992), McKercher (1993), Sharpley (1994) Burn y Holden (1995), por citar algunos[11].

 Murphy define a la actividad turística como “un acontecimiento sociocultural tanto para el residente como para el huésped”. Además afirma que los empresarios turísticos deben de considerar los efectos sociales y culturales que causa la actividad turística dentro de la comunidad de acogida, mirando más allá de sus propios intereses.

Los efectos del turismo sobre las sociedades de residentes, pueden ir variando con el tiempo de acuerdo a los cambios estructurales en el sector , de acuerdo con Mathieson y Wall.  Por su parte, Allen, Long, Perdue y Kieselbach, afirman que el grado de desarrollo del turismo está directamente relacionado con las actitudes que tienen los residentes con respecto al turismo[12].

Con relación a los efectos o sentimientos que el desarrollo del turismo desencadena dentro de las sociedades de acogida, Mathieson y Wall se refieren al caso del “efecto demostración”, cuando los residentes tratan de imitar el comportamiento de los turistas con aparente poder adquisitivo, superior al ellos. Los grupos de acogida modifican su estructura interna, por lo que se dan los cambios especialmente dentro de los grupos de jóvenes, dentro del papel de la mujer y las estructuras institucionales, entre otros. Dentro de ese mismo orden, se sucede el caso de “la propiedad extranjera y el empleo”, cuando los puestos gerenciales o altos mandos dentro de la actividad turística son ocupados por emigrantes, o personas no nativas del lugar, por lo que puede desencadenar cierto resentimiento dentro de la sociedad anfitriona[13].  
Autor: Fabiola Sánchez Bobadilla. Apuntes de Tesis "A los lados de la cerretera", el desarrollo del turismo en Bucerías, Municipio de Bahía de Banderas, Estado de Nayarit. Tesis para obtener el grado de Maestro en Desarrollo Sustentable y Turismo. Centro Universitario de la Costa. Universidad de Guadalajara. Puerto Vallarta, México. Diciembre, 2015. 





[1] Banducci, Álvaro. “Turismo y antropología en Brasil”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 11. Números 1 y 2. CIET. Argentina. 2002. Páginas 9 –26.  
[2] Arnaiz Burne, Stella Maris. “De la pesca al turismo: los cambio socioeconómicos San Pedro, Ambergris, Belice. Tesis de Doctorado. Université Laval. Canadá. 1996.
[3] Smith, Valene. Anfitriones e Invitados. Antropología del turismo. Editorial Endimión. España. 1992.
[4]Organización Mundial del Turismo. Introducción al Turismo. Editorial Egraff. España. 1998.
[5] Banducci, Alvaro. Ob.cit
[6] Arnaiz Burne, Stella Maris, 1996. Ob.cit.
[7] Jafari, Jafar. “La cientifización del Turismo”. Estudios y Perspectivas en Turismo. Volumen 3. Número 1. CIET. Argentina. Enero 1994. Páginas 7- 33.
[8] Jafari, Jafar. “Tourism Research. Revamping old challenges for integrative paradigms”. VII Congreso Nacional y I Internacional de Investigación Turística. Guadalajara, Jalisco. Octubre 2005. México
[9] César Dachary, Alfredo y Stella Maris Arnaiz Burne, 2002. Ob.cit
[10] Ídem.                                                                                             
[11] Brunt, Paul y Paul Courtney. La Percepción de los impactos socioculturales del turismo por la población residente. Annals of Tourism Research en español. Volumen 1. Número 2. Universitat de les Illes Balears. Laboratorio de Investigación turística. España. 1999. Pagina 215-239.
[12] Ídem
[13] Arnaiz Burne, Stella Maris, 1996. Ob cit.